Alfonso Rojo: “Milei se carcajea del marido de Begoña_ '¡Pedro, cobarde, la concha de tu madre!'”

2024-05-23 995

Gracias a Sánchez, ese 90% de la ciudadanía que desconocía que Begoña Gómez andaba metida hasta el corvejón en turbios apaños con empresas favorecidas por el Gobierno de su marido, ahora está al tanto.
Incluso al otro lado del Atlántico, porque no se si saben que este 22 de mayo de 2024, en el Luna Park de Buenos Aires, donde Milei presentaba su nuevo libro, la multitud coreó hasta desgañitarse eso de “¡Pedro, cobarde, la concha de tu madre!”.
Salpicado el cántico con referencias a la corrupta expresidente peronista Cristina Kirchner, aliada e inspiradora del jefe del PSOE y mientras Milei, metamorfoseado en estrella del rock y tras entonar su ‘Panic Show’ junto a una banda integrada por sus colaboradores más cercanos, se partía las caja de risa.
Nos tendría que fastidiar que se carcajeen allende los mares del presidente del Gobierno de España, como nos irritaron en su día los insultos del chavista Maduro, las ofensas del narcoterrorista Petro o las mamomadas del mexicano López Obrador, pero es que lo del marido de Begoña es ridículo hasta decir basta.
El muy cretino, mitad por arrogancia y la otra mitad por mezquino cálculo electoral, porque cree que la bronca contra un enemigo exterior enardecerá a los progres de cara a las europeas del 9 de junio, ha montado la de Troya contra Argentina.
Tras retirar a la embajadora española y forzar a los acojonados directivos del IBEX 35 a firmar manifiestos a su favor, sólo le falta declarar la guerra a Milei y al estilo del engañado Menelao, cuando la casquivana Elena le puso los cuernos con Paris, desplazar la flota al otro lado del Charco a conquistar Puerto Madero.
El ridículo internacional es antológico y el bochorno, que comenzó cuando el marido de la alegre comisionista se encerró cinco días a reflexionar en el cuarto de baño porque estaba muy enamorado, se hincha cada día.
Ninguna de las antecesoras de Begoña en La Moncloa pudo ser acusada, ni en broma, de corrupta. Ni Amparo Illana, ni Pilar Ibáñez-Martín, ni Carmen Romero, ni Ana Botella, ni Sonsoles Espinosa, ni Elvira Fernández Balboa, se dedicaron a hacer negocios desde la privilegiada situación que les concedían sus maridos.
El PP, que se ha puesto de lado y muy neutral en este asunto, debería entender que si el ministro más simiesco del Gobierno Frankenstein llama drogadicto a Milei y el jefe de la banda -el que deja tirados a los saharauis y corre en auxilio de los terroristas de Hamas- se niega a felicitarlo por su espectacular triunfo, lo menos que se puede esperar del flamante presidente de la Argentina es que replique.