Algunos lo ven como la reunión previa al fin del mandato de Francisco. El Papa ha visitado la tumba del Celestino V, el primer Papa en renunciar al cargo, y las alarmas se han disparado. Sin embargo, para otros es el momento de la renovación y transformación de la Iglesia. En cualquier caso, el líder de la Iglesia se sienta con sus aliados y sus detractores dentro de la institución, algunos ansiosos de que deje el cargo para volver a la línea conservadora. Los progresistas, por su parte, no ven materializados los avances que promete Francisco de palabra, convertidos en acciones de cambio en la doctrina religiosa.