Memoria, dignidad y justicia. Esto es lo que reclaman las víctimas, pero al PSOE le dan urticaria. Ahora con mayor motivo porque necesitan seguir apoyándose en los escaños de Bildu en Madrid para sacar adelante sus leyes.
Vergüenza debería darles, con la cantidad de socialistas asesinados: Enrique Casas, Juan Maria Jáuregui, Ernest Lluch, Froilán Elespe, Joseba Pagazaurtundúa, Isaías Carrasco... por citar sólo algunos.
¡Con la cantidad de entierros que ha presidido Felipe González! ¡Con la cantidad de veces que las viudas se abrazaban a los exministros del Interior, José Barrionuevo y José Luís Corcuera y les pedían que hicieran algo!
Los socialistas están ahora ocupados en tratar de impedir que Mari Mar Blanco Garrido hable en el homenaje a su hermano, en el 25 aniversario de su asesinato. Ni tienen vergüenza ni la conocen.
