En las redes sociales, donde hay de todo y la gente derrocha humor, aseguran haber 'descubierto' la verdad detrás de las cartas amenazantes que recibe Pablo Iglesias.
No se puede tener la piel tan fina: si Pablo Echenique puso en duda que la diputada de VOX Rocío de Meer recibiera una pedrada en un mitin en Sestao y se permitió la indecencia de asegurar que la sangre de su ceja era kétchup; ¿por qué se lagrimea tanto Pablo Iglesias cuando Rocío Monasterio cuestiona que el secretario general de Podemos recibiera un sobre amenazante?
El cinismo de la formación morada revela hasta qué punto el sectarismo les nubla la vista y la ideología reaccionaria que les sirve de sustento les impide entender que tan condenable es una piedra contra VOX como un sobre con cuatro balas contra Podemos.
Por cierto, de factura tan infantil que parece una gamberrada de colegio.
El texto, en mayúsculas, sin signos de puntuación ni tildes, reza: "Pablo Iglesias Turrión [sic] Has dejado morir a nuestros padres y abuelos Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota".
No deja de resultar un sarcasmo que Pablo Iglesias abandone un debate porque Rocío Monasterio no le exprese su solidaridad por las amenazas recibidas, cuando él no lo hace si es VOX el apedreado.
El ahora llorón Iglesias justificó la violencia contra el partido de Abascal con el argumento de que fueron a provocar a Vallecas.
Que se aguante y deje de soltarnos sermones y de hacer teatro barato, porque no cuela.
Eso es lo que deben exigir los periodistas, los que no rebuznan al son que les tocan desde el poder, por un mínimo de respeto a esta profesión tan divertida y a veces desventurada.