Isabel Díaz Ayuso, destinataria de otra carta con balas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del Partido Popular a la reelección ni se había enterado del hecho.
La misiva, mandada desde la provincia de Barcelona, fue interceptada por Correos en la Ciudad Condal antes de que fuera enviada a la capital de España.
Y seguramente la ciudadanía en general tampoco habría conocido el hecho de no ser porque alguien en los Mossos d'Esquadra tuvo mucha prisa en darle bombo a este hecho.
La propia Ayuso reconocía en una entrevista en 'El Cascabel' (13TV) el 27 de abril de 2021 que ella no había tenido constancia hasta momentos antes de entrar a la entrevista, ya pasadas las 22 horas:
De este asunto me he enterado un poco por la prensa antes de entrar a la entrevista. He estado hablando con Pablo Casado y sé que el equipo del ministro del Interior me ha intentado localizar, pero es que ha sido justo al entrar al estudio, así que luego hablaré con él.
Ayuso, haciendo gala de una calma envidiable, aseguraba que no había que darle más publicidad a este asunto:
Creo que estas cosas hay que afrontarlas no solo con serenidad, sino dándoles la importancia que tienen, que es ninguna. La gente que hace este tipo de cosas, estos envíos, lo que quiere es tener su minuto de gloria y que hablemos de ellos y por eso no les voy a dar el gusto.
La líder del PP imitaba la reacción que tuvieron en su día dos presidentes del Gobierno del PP, José María Aznar y Mariano Rajoy:
Hoy mismo ponía dos ejemplos al respecto. Recuerdo, primero, cuando Mariano Rajoy fue agredido en Pontevedra en un acto público y él mismo pidió serenidad. Y ahí se quedó la cosa. Contra Aznar han llegado a atentar hasta cuatro veces, incluso una vez le volaron el coche en Madrid. Y lo primero que hizo nada más salir del coche fue pedir serenidad.
E insistía Ayuso en que:
Ante la violencia, ante los violentos, ante quienes intentar utilizar el terror para ser protagonistas de algo, hay que recurrir a la serenidad y al desprecio y así se acaba. Lo que no podemos hacer es estar hablando todos los días de lo mismo porque entonces creas un efecto contagio y llamada y se pone a hacer lo propio cualquier persona que se aburra en casa.