Esta mujer, Choi Soon-sil, se encuentra en el ojo del huracán en Corea del Sur. Bautizada popularmente como la “Rasputina coreana” e íntima amiga de la presidenta Park Geun-hye, Choi, de 60 años de edad, está acusada de haber intervenido en asuntos de Estado a pesar de no ostentar cargo público y haber extorsionado a empresas para obtener grandes sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente, entre otros cargos.
Hija de un controvertido líder de una secta religiosa que fue mentor de Park, Choi se vio obligada a volver de Alemania al destaparse el escándalo y fue detenida y encarcelada a principios de noviembre, a la espera de ser juzgada.
Antes de su arresto, aseguró ante la fiscalía haber cometido un delito por el que merecía morir.
Los hechos han provocado que la sociedad surcoreana se haya manifestado masivamente en las últimas semanas contra contra Park y Choi.
