El Ejército sirio niega estar detrás del bombardeo que el jueves dejó una treintena de muertos en un campamento de desplazados del norte del país. Rusia, que apoya con ataques aéreos al régimen de Bachar al Asad, asegura que sus aviones no sobrevolaron la zona y afirma que el ataque pudo ser obra del Frente al Nusra, una milicia vinculada a Al Qaeda que dispone de lanzaderas de misiles.
El portavoz del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos no esconde su indignación:
– “Hubo al menos 30 muertos, aunque posiblemente sean más. Realmente parece imposible que esto haya sido un accidente. Quiero decir que, si pilotas un avión puedes ver muy claramente e identificar un campamento como este. Así que parece que se trata de un acto deliberado, y si es así, de un crimen de guerra”.
Situado en la provincia de Idlib, el campamento de Sarmada alojaba a unas 2.500 personas. El bombardeo coincidió con el inicio de una tregua de 48 horas en la ciudad de Alepo, que ha sufrido dos se