Moscú y uno de sus asesores, en el punto de mira de la Casa Blanca, han eludido toda responsabilidad en el supuesto “pinchazo” de la inadecuada conversación entre dos diplomáticos estadounidenses sobre Ucrania. Un escándalo que ha puesto a Washington al otro lado de la barrera.
“Creemos que Rusia ha batido un nuevo récord de bajeza en términos de publicidad. No tengo ninguna otra fuente independiente de información sobre el vídeo de youtube. Sí, efectivamente sucedió por la noche y es relativamente nuevo. Pero es algo que han estado promoviendo activamente, colgando en la red, ‘tweeteando’ y lo cierto es que nos lo tomamos como un nuevo golpe bajo”, ha declarado la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki.
En Rusia, la conversación entre los dos diplomáticos estadounidenses, en la que menosprecian a la Unión Europea y discuten sobre los líderes opositores ucranianos, ha dado alas a los que acusan a Occidente de intrusismo.
“Las potencias extranjeras, sus diplomáticos, sus servicios especiales, todos con diferentes disfraces, han tenido las cuerdas de las marionetas en este proceso durante mucho tiempo. Y ahora esta infame llamada telefónica confirma lo que sospechábamos desde hace tiempo”, ha dicho Vyacheslav Tetyokin, diputado del Partido Comunista.
La conversación telefónica, que ha recibido más de 250.000visitas en Internet, y las acusaciones contra Rusia han motivado protestas, como una ante la embajada estadounidense en Moscú de un grupo de comunistas.