Las sensaciones de batimiento y aspereza son fluctuaciones de amplitud que ocurren debido a la interferencia constructiva y destructiva de las ondas sonoras. El término 'aspereza' es análogo a sensaciones táctiles en el sentido de pequeñas irregularidades en la percepción del sonido. La rapidez de las fluctuaciones de amplitud que forman dos ondas que se sobreponen es igual a su diferencia en Hz. Ondas cuya diferencia es menor a 20Hz producen fluctuaciones lentas que se perciben como trémolo o batimientos. Fluctuaciones más rápidas son las responsables de las sensaciones de aspereza. Las diferencias de frecuencia (o intervalos musicales) que producen mayor sensación de aspereza varían con el registro de la escucha. Esta variación está en función de la fisiología de la cóclea y se llama la banda crítica.