Esta madrugada del sábado al domingo, los relojes se adelantarán una hora y, a las dos serán las tres, dando paso al horario de verano, cuyo objetivo es lograr un ahorro aproximado del 5 por ciento de la energía. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), unos 300 millones de euros de ahorro.