Sant Joan Despí (Barcelona), 7 feb (EFE).- El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, ha subrayado hoy que el de mañana es "un partido de hombres; de los de verdad", y que su equipo está preparado para asumir el reto de superar al Valencia y alcanzar la duodécima final desde que se sienta en el banquillo azulgrana.
"A la gente solo quiero decirle que, aunque hayamos ganado muchos títulos, estos jugadores quieren llegar a una nueva final. Nosotros nos presentaremos mañana para intentar hacerlo. Los valientes que quieran acompañarnos, serán bienvenidos", ha manifestado.
Guardiola tiene la dudas para este partido de Iniesta, Pedro y Sergio Busquets. La plantilla hará un último entrenamiento mañana por la mañana. "Después acabaremos de perfilar la convocatoria, porque es un partido muy exigente y necesitamos gente en plenas condiciones", ha explicado.
El técnico del conjunto azulgrana, que ha negado ocultar información sobre el estado de los lesionados para despistar al contrario, ha adelantado que "si mañana fuera una final, ningún de ellos (los tocados) se lo perdería", pero que al no ser así, puede permitirse reservar a alguno de sus efectivos para la visita liguera al campo de Osasuna.
En este sentido, ha negado ocultar información sobre el estado de los lesionados.
A Guardiola no le da miedo un Valencia que vendrá al Camp Nou a plantear un partido agresivo, tal como ha anunciado su técnico, Unai Emery. La mejor receta para contrarrestar eso es tener la posesión del balón: "Nosotros intentamos conectarnos a través de la pelota. Es la mejor manera de desordenar al contrario".
Regar el campo ayuda a lograr este objetivo, pero el de Santpedor ha adelantado que quizá no pueda hacerse en esta ocasión, "porque si mañana hace mucho frío el césped se helará, como ocurrió contra la Real Sociedad".
Emery ordenó no regar el césped de Mestalla en el partido de ida y Guardiola se quejó. Hoy ha pedido disculpas por ello y ha reconocido que "en su casa, cada cual puede hacer lo que quiera".
El entrenador barcelonista no ve un partido de 0-0, por lo tanto entiende que, para hacer valer el 1-1 de la ida, su equipo tendrá que ganar.
Mejor hacerlo en el tiempo reglamentario, porque si hay prórroga y penaltis, los jugadores azulgranas tendrán que enfrentarse al temido Diego Alves, un guardameta que tiene más de un 60 por ciento de acierto a la hora de parar penas máximas.
Guardiola ha explicado que el preparador de porteros, Juan Carlos Unzué, ha estudiado a Alves, como hace con el resto de metas, pero que sus jugadores no ensayarán penaltis.
"Es una cuestión de hábito: el que más tira, más seguridad tiene. Y sobre todo de estar convencido, de no tener dudas de cómo tirarlo. Llegar a los penaltis es una posibilidad que está ahí y, si se da, la afrontaremos. En ese momento, solo los fuertes son capaces de tirarlo", ha sentenciado.
El Barcelona y el Valencia se jugarán en el Camp Nou el pase a la final de la Copa del Rey, con un empate a uno de la ida que, de entrada, favorece los intereses del equipo catalán, que buscará su tercera final en cuatro años.
Hace muchas temporadas que el Barça tiene depositado gran interés en esta competición y prueba de ello es que después de una sequía de más de diez años sin jugar finales, desde que Josep Guardiola se ha hecho cargo del equipo el tránsito por ellas ha sido una constante.
Pero su entrega en Copa ha llevado al Barça a un exceso de desgaste que se ha notado sobremanera en la Liga. Los cuatro partidos de las dos últimas rondas (contra Osasuna y Real Madrid) y la ida contra el Valencia no han salido gratis a los de Guardiola, que son segundos en la Liga, a siete puntos del líder.
El Barça podría recuperar a Xavi, que no ha jugado los últimos partidos por problemas físicos, y posiblemente también estará disponible el chileno Alexis Sánchez. Estos dos regresos serán un alivio para Guardiola ante las bajas de Busquets, Iniesta y Pedro.
Esta falta de efectivos en el centro del campo y en el ataque, además de Afellay, Villa y Keita -aún en la Copa África con Mali-, abre otra posibilidad de contar con jóvenes de la cantera, como en la jornada anterior, en la que Isaac Cuenca y Christian Tello fueron los escogidos para los extremos.
Por su parte, el Valencia es consciente de que para hacer realidad el sueño de llegar a la final debe realizar un partido perfecto y que el Barça no esté a su nivel habitual.
Unai Emery, técnico valencianista, recuperará al franco-argelino Sofiane Feghouli y al portugués Ricardo Costa, que no jugaron por sanción en Liga ante el Atlético, pero mantendrá las bajas de larga duración del holandés Hedwiges Maduro y de Sergio Canales.
Banega y Jonas, que no fueron titulares en el Calderón, volverán al once valencianista, que estará condicionado por la decisión de Emery de jugar con tres centrocampistas o sólo con dos. En el primer caso podrían estar juntos sobre el terreno