Madrid, 12 diciembre (CERESTV.es / EFE)
Francisco Rivera realiza un balance positivo de 2012, a pesar de que tanto en lo profesional como en lo personal termina con más sombras que luces. "Ha sido un año muy importante por mi decisión de dejar la plaza". Una retirada que contempla como definitiva. Ha explicado que la temporada taurina ha sido muy importante en su vida, "la he disfrutado muchísimo. Espero que 2013 siga igual de bien... He tenido un sobrino. Ha habido cosas regularcillas, pero ha sido un año muy bueno", ha confirmado hoy durante la presentación de la joya de Möet & Chandon, "Gran Vintage 2004". Ha añadido que la decisión de retirarse de los ruedos "es firme. Amo tanto el toro que he preferido irme antes de que me echaran". Y ha confesado que no quería que llegara el momento en el que se desvaneciera la ilusión por "conseguir una faena soñada. Me he ido porque he querido, haciendo un sacrificio. Pero sé que a la larga me va a llenar". Rivera ha reconocido, sin embargo, que nunca se puede decir "de este agua no beberé. Puedo volver, pero no es la intención. ¡A ver lo que me dura!", ha dicho en alusión a sus compañeros de profesión que dejan las plazas y tiempo después regresan. Los motivos que han llevado a su hermano Cayetano a alejarse del albero "son distintos", ha desvelado. "Ha hecho bien. Le servirá para tomar distancia y ver las cosas con perspectiva". Y ha señalado que podrá volver en cualquier momento. "Tiene dentro mucho toreo del bueno que ofrecer". El diestro ha dicho que le "encantan las navidades" y tiene intención de reunirse con sus cuatro hermanos, con su hija, Cayetana, y con sus amigos en estas fechas y ha aprovechado para desear a todos una "Feliz Navidad". Distendido, haciendo gala de un gran sentido del humor y con el temple adquirido en su profesión ha declinado hacer declaraciones sobre el proceso judicial que le enfrenta a su exmujer, Eugenia Martínez de Irujo, por la custodia de su hija y sobre su relación con la Duquesa de Alba, una cuestión "privada" que quiere preservar. Ha señalado que le gusta quedarse con lo "bonito" de la Navidad, y dejando así claro que la tristeza y el recuerdo por la ausencia de aquellos seres queridos que ya no están no se intensifica estos días. "No necesito que llegue la Navidad para echarles de menos", ha dicho aludiendo en especial a su tía Belén Ordóñez que falleció en agosto. Reconoce su afición a la gastronomía y ha destacado que estos días le gusta comer "polvorones, turrón, pavo en Nochebuena. Soy comilón. Me encanta comer". El año nuevo se le presenta lleno de proyectos "ilusionates, pero a largo plazo". Entre ellos, poner en marcha el mercado gourmet del Barranco, cuya gestión ha adjudicado el ayuntamiento de Sevilla al diestro y al periodista Carlos Herrera. Con una sonrisa ha dejado en el aire si el próximo año será el año de su boda con Lourdes Montes o la de su hermano Cayetano con Eva González, aunque sí ha reconocido que tienen "ganas de ir de boda". "Me encuentro muy feliz en este momento de mi vida. Estoy muy bien", ha reconocido sin desvelar ningún detalle más. Ha comentado que espera recibir 2013 "comiendo las uvas" y brindando por mantener "la salud", además de "pedirle a Dios que nos mande lo que podamos aguantar". Napoleón era un gran aficionado a Möet Chandon y cuenta la leyenda de la casa que argumentaba que tras la batalla era imprescindible tener una botella cerca o para celebrar la victoria o para olvidar la derrota. Toda una reflexión.
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