El concepto de superpoblación se basa en el principio de que todo territorio tiene una determinada capacidad de carga, la que viene determinada por la cantidad de recursos disponibles, y por la tasa de renovación de éstos. La población de cualquier especie alcanzará su nivel óptimo cuando ésta sea igual a la capacidad de carga. Si la población aumenta por sobre la capacidad de carga, habrá sobrepoblación, y por consiguiente los recursos (especialmente los alimentos) no alcanzarán para todos los habitantes de la población, produciéndose la muerte por inanición de éstos.