Las campeonas de las últimas doce Ligas de Noruega de balonmano no pierden un partido desde 2001. Tras 250 encuentros de Liga invicto, volvió a saber lo que es perder, el Tertnes pudo acabar con su dominio, eso sí, con ayuda de unos brazaletes que descargaban corrientes eléctricas a sus rivales.