Este sábado se cumple un año de la muerte de Muamar el Gadafi, pero la sombra del dictador aún se proyecta sobre una Libia varada políticamente, carcomida por la inseguridad y en la que las milicias armadas siguen imponiendo su ley en muchos lugares del país. El ejemplo más sangrante es Bani Walid, el último bastión del antiguo régimen, sitiada desde hace dos semanas y donde todavía...
http://es.euronews.net/