(Vídeo) Confidencial: José Vicente Hoy José Vicente Rangel (4/4) 14.10.2012

2012-10-15 18

Las empresas encuestadoras están obligadas, tanto por la responsabilidad que tienen con el país como con sus clientes, a revisar sus políticas. Salvo contadas excepciones, IVAD, Hinterlaces, Datanálisis, GIS-21, 30-11, la mayoría falló. No es el momento de hacer especulaciones al respecto, pero en todo caso se abre la puerta para analizar si mediaron compromisos innombrables. Banalizar las encuestas, hacer de ellas instrumentos al servicio de poderosos intereses, contribuye a la confusión de los ciudadanos y es operar en contra de la democracia.

Por otra parte, la actitud de gran parte de los medios de comunicación fue deplorable durante el proceso electoral. En vez de orientar, desorientaron. En lugar de aclarar confundieron. Algunos medios se comportaron como partidos políticos y atizaron irresponsablemente el odio y la descalificación. Dieron cabida en sus espacios a agravios e insultos. Se comportaron como actores políticos y sustituyeron a los partidos. El medio como partido, pretendió imponer líneas de acción, ocupando escenarios que no le corresponden, lo que plantea no solo en venezuela sino en toda la región –y en el mundo entero– un serio problema que hay que resolver, no a través de acciones punitivas que de alguna manera afecten la libertad de expresión, pero que sí sirvan para racionalizar su función, para rescatar los valores que en el pasado tuvo el medio de comunicación.

Fue insólita la actitud de algunas personalidades que viajaron a Venezuela para observar las elecciones presidenciales. Destacó, por ejemplo, el papel de un grupo de políticos, parlamentarios y periodistas de la derecha argentina que se involucró en la situación venezolana y que, incluso, violó disposiciones legales del país al enviar al exterior Exit-Pol manipulados que daban a Capriles como ganador.

Esa representación argentina ligaba el triunfo de la oposición venezolana para golpear así a la Presidenta Cristina Kirchner, pero esta le salió al paso declarando que “el amor es más fuerte que el odio”.

El cacerolazo que intento un sector de la oposición el lunes pasado por la noche y algunos intentos de guarimbeo que resultaron todo un fracaso, está en la misma línea de los grupos que lanzaron panfletos denunciando un fraude colosal, alegando que a Capriles le habían robado dos millones de votos. Al mismo tiempo, en la red social esos grupos acusaron a Capriles de haberse vendido a Chávez por varios millones de dólares e igual acusación le hicieron al rector del CNE, Vicente Diaz.

El gobierno nacional alertó a los organismos de inteligencia y seguridad la tarde del domingo, cuando la guerrilla derechista que operó en la red social daba resultados contradictorios y estimulaba a que grupos de acción salieran a la calle a reclamar la victoria de la oposición. Por cierto, según informaciones de buena fuente, Julio Borges y Armando Briquet, dirigentes de Primero Justicia, fueron claves a la hora de disuadir a grupos que se querían lanzar a aventuras en el este de