La historia del prohibicionismo data del siglo XIX, cuando varias organizaciones cristianas buscaron contrarrestar los excesos de la cultura de los destilados del salvaje oeste e implantar su sueño de una América limpia y sobria. Pero el noble sueño se convirtió en una sangrienta pesadilla, ya que criminalizaba a grandes sectores de la sociedad y abrió así las compuertas al crimen organizado. Por todo el país, se abrieron decenas de miles de "speakeasies", locales regentados por las mafias, que de está forma obtenían una enorme fuente de ingresos y de reclutamiento. Siguieron 13 años de corrupción y violencia.