Cada comienzo de año Bettsimar y su padre se reunían para planificar lo que se iba a grabar ese año. En el 2002, como de costumbre, le preguntó al Tío Simón qué se iba a preparar y el le dijo que ¨De este año no pasa que grabe el disco de boleros y tango, como una deuda que tengo con los compositores.