Habéis pensado alguna vez en como seria el mundo sin sus colores? Ver en blanco y negro (y gris) es un enfermedad conocida como “acromatopsia”, y Neil Harbisson nació con esta afección hereditaria pero logró seguir (y afirmar) su carrera artística gracias a un sensor llamado “eyeborg” que lo convirtió en el primer cyborg reconocido en el mundo. Gracias a este aparato, Harbisson pudo empezar a percibir su entorno de otra manera, combinando su pasión por la música y las artes visuales, y creando una serie de obras que son representaciones pictóricas de piezas musicales y viceversa. “Yo no veo los colores, los oigo. Mi eyeborg convierte cada color y cada matiz en una nota musical, así que para mí la percepción del color es una experiencia sonora y no visual”, declaró el artista, que desde el año 2004 vive sin nunca separarse de su Eyeborg.