En su visita a Barcelona para asistir los actos que CC.OO. y UGT celebraron por el Primero de Mayo, el ministro sostuvo que el Gobierno no se niega a emprender cambios, pero condicionó cualquier reforma laboral a que pase por la mesa del Diálogo Social constituida el pasado mes de julio y en la que están presentes agentes económicos y sociales.