El día sábado, dos bombas incendiarias golpearon una residencia en el sur de Tel Aviv, en la que funciona un hogar para los solicitantes de asilo africanos. Afortunadamente, no se registraron heridos en lo que fue el segundo incidente de este tipo en las últimas dos semanas.
Un primer ataque fue ejecutado el 27 de abril, en el que se lanzaron bombas incendiarias contra cuatro casas de inmigrantes de Sudán y Eritrea, en el barrio Shapira. Si bien no se registraron heridos, el bombardeo causó severos daños en las inmediaciones.
Posteriormente, un joven de 20 años residente del sur de Tel Aviv, fue detenido como principal sospechoso por los ataques.
Cabe mencionar que se estima que unos 40.000 inmigrantes africanos en busca de trabajo y otros 20.000 solicitantes de asilo viven en el sur de Tel Aviv. En los últimos meses, las tensiones entre los residentes israelíes y de los inmigrantes africanos han ido en aumento.