En el lenguaje corriente, el término inconsciente se utiliza como sustantivo para designar el conjunto de los procesos mentales que no necesitan depender de una prioridad, pues o bien no son relevantes para la tarea que se está desarrollando o porque ya tienen un camino establecido que atiende a esos eventos de forma automática, por lo que no son pensados conscientemente. Algunas investigaciones neurocientíficas apoyan la existencia de la mente inconsciente. Por ejemplo, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, han encontrado que imágenes fugaces de rostros -imágenes espeluznantes que aparecen y desaparecen tan rápidamente que escapan a la conciencia consciente- producen ansiedad inconsciente, la cual puede ser detectada en el cerebro con las más recientes máquinas de neuroimagen. La mente consciente es por lo tanto cientos de milisegundos más lenta que procesos inconscientes