Al comer una tostada con mantequilla o una plato de cereales, corremos el riesgo de ingerir también minúsculos bichos, insectos o ácaros, resistentes a los pesticidas, indica la revista británica New Scientist.
El problema fue señalado por el equipo del doctor Ken Wildey, que trabaja en York en el laboratorio del ministerio británico de Agricultura, y que realizó una investigación de los cereales procedentes de 279 lugares distintos. Como resultado, el 81 por ciento de ellos contenía ácaros y 27 por ciento insectos (coleópteros).
Los investigadores analizaron igualmente 567 productos a base de cereales (harina, pan, compuestos de cereales para el desayuno, galletas...): 21 por ciento de ellos contenían ácaros. Estos animales, incluso cuando están muertos, pueden provocar reacciones alérgicas en las personas frágiles cuando están presentes en cantidad considerable, según la revista. Uno de los productos analizados, un bizcocho para bebés, contenía 20.000 ácaros por kilo.
