El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró no tener intenciones de adelantar las elecciones del Parlamento (Kenéset), fijadas para noviembre del 2013. «No tengo ninguna prisa en absoluto», afirmó en una reunión con los ministros de su partido político, el Likud.
Algunos políticos, incluyendo al portavoz de la Knéset, Reuvén Rivlin, han declarado recientemente que las elecciones podrían adelantarse para fines de 2012. Rivlin manifestó que intentaría lograr un consenso para que los comicios se celebraran en septiembre del presente año.
El portavoz del Parlamento declaró que la aprobación del presupuesto para el año 2013 podría encontrar algunas dificultades, dando a entender que podría dividir a la coalición.
«A un partido con 27 diputados, le seria difícil aprobar un presupuesto que no logre conciliar las necesidades sociales y económicas con las necesidades de seguridad. Sólo un partido de 40 escaños puede aprobar un presupuesto así", aseguró ante los miembros del Likud.
Mientras tanto, un encuesta realizada por Mina Zemaj para el diario Yedioth Ahronoth señala que el Likud ganaría 29 votos en el Parlamento, sin importar quien llegue a ser elegido para liderar la lista del partido político Kadima.
