Imagine que de pronto es millonario. Recibe un mail diciendo que ha ganado tres mil millones y medio de euros pero a las dos horas recibe otro asegurando que se trata de un error.
Esta decepción la han sufrido 302 daneses después de que la lotería nacional de este país les enviara un correo electrónico que engrosaba generosamente sus premios. Algunos no se lo han tomado nada bien.
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