Entre 1990 y 2006 al menos 275 hectáreas de tierra por día se han perdido definitivamente debido al sellado del suelo --la cobertura de suelo fértil con un material impermeable-- que asciende a 1 000 km²/año, o un área equivalente a la superficie de Chipre cada diez años. España destaca como el país que más suelo perdió en ese período.