Sevilla, 19 feb (EFE).- El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido hoy del duro camino que queda para superar una crisis que aún no ha tocado fondo, pero se ha mostrado convencido de que los españoles aceptarán los sacrificios necesarios y el rumbo marcado por reformas como la laboral y pese a las protestas que ha motivado.
Rajoy ha aprovechado su discurso de clausura del 17 Congreso nacional del PP para dibujar el panorama económico que ante sí tiene España siguiendo su compromiso de ser realista y no engañar a nadie.
"Los problemas son extremadamente graves, no se van a resolver en dos tardes y las medidas no serán agradables", ha resumido antes de advertir de que, por todo ello, su Ejecutivo va a seguir actuando "sin vacilaciones y sin perder un minuto".
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