Un alto comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, junto con al menos otras 17 personas, fallecieron en una aparente explosión accidental en una base militar cerca de Teherán, el pasado sábado.
La misteriosa explosión ocurrió cuando el personal militar transportaba municiones a una base, según declaraciones de un portavoz de la Guardia.
Por su parte funcionarios iraníes descartaron la posibilidad de un "sabotaje" por parte de Israel, Estados Unidos y otras potencias occidentales, a quienes siempre, han sido acusados durante años en sabotear los programas nucleares y balísticos de la República Islámica.