La diputada Shelly Yajimovitz fue elegida como la nueva líder del Partido Laborista, al derrotar con el 54% de los votos al miembro de la Knesset, Amir Peretz.
Yajimovitz es la segunda mujer elegida para desempeñarse como jefa del partido desde el mandato de Golda Meir.
En declaraciones a la prensa, la flamante dirigente del partido, declaró que había recibido llamadas telefónicas de felicitación por parte de destacados funcionarios, como el Primer Ministro Binyamin Netanyahu, el líder de la oposición, Tzipi Livni, el ministro de Defensa, Ehud Barak, y de su rival en la elección, Amir Peretz.
En su discurso de victoria, Yajimovitz se comprometió fomentar la unidad dentro del partido y restablecer los lazos entre el movimiento laborista y los vientos de cambio que soplan en las calles.
Además, agregó que el Partido Laborista es un movimiento no sectario, comprometido con los pobres, los ricos, y todos los sectores de la esfera política, como así también con los miembros religiosos y seculares de la sociedad, tanto árabes como judíos.
