La agencia de calificación crediticia Standard & Poors, quien rebajó por primera vez en su historia, la calificación de la deuda de EE.UU. de triple A a AA+, decidió el pasado lunes que Israel permanecerá en su nivel, con una perspectiva crediticia estable.
Asimismo, los bonos de Israel, respaldados por Norteamérica, pasaron a doble A positivo, de acuerdo con el descenso de crédito Estadounidense.
Estos nuevos escenarios económicos repercutieron en la Bolsa de Tel Aviv, cayendo durante el día domingo, en más de un 7% y una fuerte subida de ventas en los mercados mundiales.
Cabe destacar que el retroceso en la Bolsa de Tel Aviv fue la caída más pronunciada desde la crisis económica mundial de 2008.
