Decenas de manifestantes que exigían al gobierno militar sirio, acelerar la reforma del país resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad egipcias en El Cairo.
Los manifestantes marcharon al Ministerio de Defensa, donde fueron atacados por la oposición con piedras y bombas incendiarias. En un intento por dispersarlos, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra ambos bandos, dejando un saldo de aproximadamente 500 personas heridas.