El ministro de relaciones exteriores británico anunció ante el parlamento de su país, que Irán ha experimentado pruebas secretas con misiles balísticos, que portaban ojivas nucleares, es decir misiles con capacidad de cargar cohetes atómicos, violando así la resolución 1929 de la ONU, que prohibe estas prácticas.
El canciller mostró su preocupación al señalar que Irán sigue enriqueciendo uranio, a niveles mucho más altos que el necesario para un uso pacífico de energía nuclear.