Miles de personas asistieron al cementerio de Guivat Shaúl, en Jerusalén, para el entierro de los cinco miembros de la familia Fogel, asesinados brutalmente en un atentado terrorista palestino en Itamar, uno de los asentamientos de Cysjordania *Samaria.
Udi, el padre de 37 años, la madre Rut, de 36 años, sus hijos de 10 y cuatro años y un bebe no mayor de 3 meses, fueron acuchillados el pasado viernes por la noche, sin embargo otros dos niños que se encontraban durmiendo en una habitación lindante a la casa, no fueron hallados por estos criminales palestinos, sobreviviendo de esta forma a la masacre.
La hija mayor de la familia, de 12 años de edad, quien en ese momento se encontraba en un evento del movimiento sionista religioso juvenil, Bnei Akiva, regresó a su casa a medianoche; pero no logro entrar. Con la ayuda de un vecino abrieron la puerta, descubriendo los cinco cadáveres.
Mientras tanto, la sangrienta tragedia, ha consternado la opinión pública, afirmando cada vez más que el ataque terrorista resalta la amenaza existencial que sufre Israel, por el odio radical de gran parte de los palestinos.