Como ya sabemos, hace sólo unos meses en la costa de Haifa, fue descubierto un gran yacimiento de gas de 470 millones cúbicos, que equivalen aproximadamente a unos 3.500 millones de barriles de petróleo, conviertiendo a Israel, en un país exportador de energía.
Desde ese momento se designó una comisión para verificar la exactitud de participación en los ingresos del campo entre empresarios estatales y privados, despertando así con la comisión, la codicia inevitable de inversores que buscaban ansiosamente una buena parte de los ingresos.
Sin embargo, luego de varias semanas, el primer ministro israelí, Binnyamin Netanyahu analizó las recomendaciones de la comisión decidiendo junto al Ministro de Economía, que el Estado de Israel obtendrá entre un 50 y 60% de las ganancias obtenidas por las empresas inversoras.