Policías de la ciudad de Kfar Saba debieron cruzar la línea verde mientras perseguían a un sospechoso del robo de un automóvil que se internó en la aldea Azoun, en territorio de la Autoridad Nacional Palestina. Los efectivos fueron atacados por decenas de palestinos, que les lanzaron piedras y debieron disparar al aire para poder salir del lugar. La policía nombró un funcionario para investigar el incidente y, en particular, por qué el ejército no intervino, y la policía debió entrar en un territorio que no está bajo su jurisdicción, cuando sus efectivos no contaban con el equipo protector adecuado.