Ha fotografiado a los más grandes del cine y la política, que desde hace cuatro décadas se han prestado sin rechistar a sus provocativas y a menudo también controvertidas extravagancias, pero esta vez Annie Leibovitz ha cambiado de estilo. En su nueva exposición, que se inaugura en Washington, se ha decantado por las naturalezas muertas, los paisajes y los interiores.