Durante las revueltas, Al Gadafi, para ponerse a salvo de fuerzas de la OTAN y la oposición rebelde, se ocultaba en un refugio bajo tierra.
Pero, el fin de la tiranía llegó cuando el 20 de octubre, el líder libio cayó en manos de los rebeldes y recibió varios disparos. Tras ocho meses de lucha, el régimen se da por terminado.