Hay que comer o comer. Entre apetecibles pizzas en las bases militares y platos repulsivos listos para consumir en zonas muy alejadas, los soldados en Afganistán no siempre pueden elegir. El transporte de víveres a través del país es difícil. Pero cuando encuentran una -a veces- impresionante variedad de comida, cada soldado la recibe como un consuelo y un aliento. Un informe de AFPTV.