El cese definitivo de la lucha armada, anunciado por ETA, ha sido recibido con una mezcla de ilusión y escepticismo en el País Vasco. Durante décadas, el miedo y la desconfianza han marcado el pulso de las calles vascas. Tras medio siglo de existencia, ETA deja tras de sí una sociedad dividida pero condenada a convivir en los mismos pueblos y ciudades. ... http://es.euronews.net/