Que las hormigas sienten especial predilección por los aparatos eléctricos es algo sabido, y que tampoco les hacen ascos a los equipos informáticos. Un internauta (como otros tantos) comenzó a observar hormigas en el teclado de su ordenador, pero no se explicaban de dónde venían. Un día, la esposa le comenta al marido que la impresora no está funcionando bien y, al abrirla, se encontraron todo un hormiguero dentro.