La acumulación de los desechos de plástico de uso industrial y de los consumidores en el Pacífico norte y en otros oceános tiene severas consecuencias para la vida en el océano. Los restos de plástico son muy dispersos, ocupan gran parte de espacio en el océano. Estas “redes fantasma” son como redes de pesca abandonadas que van enrollándose y absorbiendo desechos de plástico. Son muy dañinas para la vida marina, ya que se van enredando. Por ejemplo, cuando llegan a las barreras de coral, las van alisando hasta que los corales mueren.