Era una decisión anunciada. El fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno O Campo, solicitó ayer la detención del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir. Se trata de la tercera vez en la historia en que se persigue a un mandatario en ejercicio, en esta ocasión por supuesto genocidio y crímenes de guerra en Darfur. Sin embargo, desde Jartum se negó cualquier reconocimiento al proceso y el Gobierno sudanés anunció que seguirá adelante con su particular proceso de paz para la región al oeste del país africano, precisamente un conflicto por el que se le imputan a Al Bashir 35.000 muertes.