Más de 2.000 inmigrantes ilegales abandonaron la isla de Lampedusa el 31 de marzo con destino a otras regiones de Italia. Tras la visita relámpago de Silvio Berlusconi el día anterior, el gobierno italiano se comprometió a evacuar en dos días a los 6.000 extranjeros que se hacinaban en condiciones higiénicas insalubres. Un informe de AFPTV.