El dirigente libio Muamar Gadafi sufrió un duro golpe político con la deserción de su ministro de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, aunque en el terreno sus tropas lograron hacer retroceder en el este del país a las desorganizadas fuerzas rebeldes. Este 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de las operaciones en Libia.