En una sociedad donde todo se ha convertido en una mercancía ¿Y tú cuanto cuestas? Cuestiona filosóficamente a la gente de las calles de la ciudad de México y Nueva York (las metrópolis más importantes de sus respectivos países) sobre su relación con el dinero, la vecindad geográfica o la influencia cultural. El autor asegura que los círculos de poder que controlan al mundo ven al ser humano como un producto, el cual está diseñado y programado (con la ayuda de los medios) para consumir otros productos. Las profundas reflexiones de la película invitan al espectador a cuestionar el sistema que rige a la civilización occidental, sin ser una cinta con pretensiones propagandísticas y evitando abordar temas políticos tendenciosos directamente.