Gracias al neuromarketing “podemos diseccionar zonas del cerebro que permiten analizar el proceso implícito que determina nuestro comportamiento y saber lo que los consumidores realmente quieren”. A través de sus estudios, Gemma Calvert (cofundadora de Neurosense) ha descubierto que “el cerebro es mucho más activo cuando los anuncios se colocan en una franja de programación congruente que cuando se colocan en una incongruente. Por lo que se puede conlcuir que tiene ventaja colocar la publicidad de acuerdo a la programación, se demuestran las ventajas de colocar el anuncio en un contexto de sentido común en vez de pagar millones por colocarlo en "prime time“.