En los últimos años, el tema de la vacunación está generando un profundo debate en España. Cada día aparecen muchos más grupos antivacunación, que consideran que las vacunas no sólo no son necesarias, sino que son perjudiciales. La conveniencia de administrar vacunas a los niños, con el fin de protegerles de enfermedades muy peligrosas, es algo que parece estar fuera de toda discusión.
Y es indudable que la vacunación generalizada de la población española ha logrado erradicar enfermedades temibles. Sin embargo, en los últimos años, se ha generado una corriente escéptica, e incluso contraria, a la aplicación de vacunas. De hecho, un número creciente de padres evita vacunar a sus hijos, debido a sus convicciones. Estos padres aluden a los perjuicios que los efectos secundarios de las vacunas pueden causar a sus pequeños, entre otras razones.