Muchas veces las metas que se proponen los adolescentes son ideales, lo cual hace que se produzca el llamado choque generacional. En estos casos los jóvenes critican el sistema que rige el mundo, ya que ya tienen capacidad intelectual para hacerlo, y pretenden cambiarlo, lo cual puede resultar un problema, ya que, en muchos casos, esas metas ideales no son viables. A menudo esta idealización se produce con los propios padres. Los adolescentes tienen a los padres idealizados y querrían ser como ellos, lo que les produce angustia, ya que creen que nunca llegarán a ser como ellos. En otros casos se produce el fenómeno contrario, no quieren ser adultos porque el ejemplo de sus padres no ha sido el más óptimo y no quieren semejarse a ellos. O también pueden producirse conflictos cuando se produce una separación en los padres y los adolescentes entablan una buena relación con las nuevas parejas de los padres, lo que les lleva a angustiarse.