Alemania ha echado el candado a más de 4.700 granjas que podrían haber utilizado piensos tóxicos. Las explotaciones han sido cerradas temporalmente a la espera de que los análisis determinen si sus animales están contaminados con dioxina. El gobierno asegura que la cantidad hallada hasta el momento en carnes, huevos y productos derivados no es perjudicial para la salud. ... http://es.euronews.net/