¿Quién hubiera imaginado que el siglo que logró la emancipación de la mujer y acuñó el término "women empowerment" moriría viendo nacer un club como el de la costa oeste de los Estados Unidos? Me refiero al club de las esposas sometidas (surrendered wives), surgido a partir del libro de la californiana Laura Doyle: Surrendered Wife, que propone como regla de oro del matrimonio feliz que la mujer deje que sea el hombre quien lleve la batuta, desde la cuenta de ahorros hasta el dormitorio. Por lo visto, la experiencia traumática de los divorcios y las depresiones desconcierta a las mujeres americanas. El papel de mujer desafiante no les ha dado sino disgustos dentro y fuera de casa, y por eso prefieren resucitar términos que habíamos decidido dar por obsoletos, como sometimiento o cabeza de familia.